Esta granola sencilla de elaborar se convertirá en uno de tus imprescindibles cuando busques un desayuno o tentempié saludable, saciante y energético.
Si eres como yo que te aburre desayunar siempre lo mismo, la granola y su gran versatilidad es tu perfecta aliada. Es fácil de preparar, adaptable a todos los gustos y el resultado es siempre satisfactorio.
En los supermercados se pueden encontrar granolas pero con el inconveniente de contener una elevada carga de azúcar entre sus ingredientes. Por ello es preferible hacerlo en casa y añadirle todo aquello que nos guste evitando ingredientes que perjudican nuestra salud consumidos de forma frecuente.
Para quien no sepa de lo que hablo, la granola se podría entender como la prima hermana del muesli, que a diferencia de éste se somete a un proceso de horneado en el que se potencian los sabores y la textura se vuelve crujiente. Los ingredientes pueden variar dependiendo de los gustos personales, pero suelen tener algunos denominadores comunes:
- Avena: Es el cereal por excelencia y la base de la granola, se puede consumir en forma de copos enteros (también denominados gruesos), copos finos (suaves) y copos extra suaves. Dependiendo del uso deseado es recomendable emplear el tipo que más se adecúe al método de preparación. En el caso de la granola es preferible usar los copos gruesos o suaves para que aguanten bien el horneado y se quede una textura crujiente. Los copos suaves y extra suaves se suelen emplear para preparaciones que incluyen un proceso de hidratación o cocción donde es preferible una textura más fina del cereal para acortar tiempos como es el caso del porridge (gachas de avena).
- Frutos secos: Se puede incorporar cualquier fruto seco, almendras, cacahuetes, nueces, pistachos… Siempre y cuando no sea frito o con sal añadida. Las mejores opciones por tanto serían las versiones en crudo o tostado.
- Semillas: De girasol, de calabaza, de chía o de sésamo son algunas de las más utilizadas. Dado su pequeño tamaño se adhieren a distintas superficies creando conglomerados deliciosos junto con los frutos secos y la avena.
- Fruta desecada: Se añaden a la mezcla tras el horneado para evitar que se quemen. Las más empleadas suelen ser pasas, arándanos y orejones pero cualquiera hace el papel. Siempre y cuando no se usen aquellas que llevan azúcares y grasas añadidas.
- Endulzante/apelmazante: Para dar un toque de dulzor y a su vez apelmazar los ingredientes se pueden emplear pasta de dátiles, compota de manzana u otras pastas de frutas dulces, y así evitar azúcares, miel o siropes industriales comúnmente utilizados.
- Aceite: Ya sea de coco o de oliva virgen, se emplean con el fin de tostar los ingredientes y por consiguiente potenciar su sabor y textura.
- Especias: Se encargan de aportar sabor y carácter a la mezcla. Canela, clavo, vainilla y cardamomo son algunos ejemplos de especias que encajan a la perfección.
Si a la hora de elegir los ingredientes se evitan azúcares, siropes, miel y grasas de mala calidad, se consigue un preparado con un buen perfil nutricional en el que la avena y los frutos secos son los protagonistas.
Por un lado la avena integral es un cereal saciante con hidratos de carbono complejos, un alto contenido en fibra, rico en minerales y con presencia de vitaminas del grupo B (folato, B1 y B5 principalmente). Formando parte de la fibra soluble de la avena se encuentra un polisacárido denominado beta-glucano, compuesto al que se le atribuye la capacidad de disminuir los niveles de colesterol total y colesterol LDL en sangre.
Los frutos secos por otro lado, al contrario de lo que mucha gente piensa, constituyen un grupo de alimentos saludables y de consumo recomendable aún en dietas de adelgazamiento. A grandes rasgos y dependiendo del fruto seco en cuestión, están compuestos principalmente de grasas en forma de ácido grasos insaturados (algunos de ellos omega 3), proteínas, fibra, vitaminas A, E y del grupo B y minerales como calcio, magnesio, fósforo, zinc y selenio. Todo ello sumado a un considerable contenido en polifenoles ejerciendo su actividad antioxidante.
Tan sólo por el olor que inunda la cocina mientras se hornea merece la pena ponerse manos a la obra. Pero si buscas más allá de un ambientador te recomiendo que pruebes la granola con leche, yogur, fruta o como topping como en esta receta de pudding de chía con chocolate y plátano.
Granola
Ingredientes
- 100 g Copos de avena integral (enteros o suaves)
- 100 g Mix frutos secos (al natural o tostados)
- 15 g Quinoa
- 10 g Mijo inflado
- 15 g Coco rallado
- 15 g Semillas de calabaza
- 30 g Pasas
- 90 g Pasta de dátiles
- 2 cda Aceite de oliva virgen extra
- 1 cdita Canela en polvo
- 1/2 cdita Clavo en polvo
- 1 pizca Sal
Elaboración paso a paso
- Precalentar el horno a 170ºC.
- Mezclar todos los ingredientes secos, es decir, la avena, quinoa, mijo, frutos secos, coco rallado, especias y sal en un bol grande y remover para que las especias estén uniformemente distribuidas.
- En otro recipiente aparte mezclar la pasta de dátiles junto con el aceite y remover hasta integrar el aceite.
- Añadir la mezcla de la pasta de dátiles con el aceite a la mezcla de ingredientes secos y remover pacientemente asegurándose de que toda la mezcla queda bien impregnada. Se pueden emplear las manos previamente lavadas.
- En una bandeja con papel de horno extender uniformemente la mezcla.
- Hornear a 170ºC durante 10 min. Extraer la bandeja y remover con delicadeza para evitar que unas zonas se tuesten más que otras. Volver a meter la bandeja y hornear otros 10 min o hasta que se observe que la granola esté suficientemente tostada.
- Sacar del horno e incorporar las pasas.
- Dejar enfriar y guardar en un recipiente hermético.
Deja un comentario